Con cada crisis nos encontramos tanto con oportunidad de hacer negocios y emprender, como con personas mal intencionadas que buscan aprovecharse de la necesidad de los demás. Estas personas, a través de mensajes masivos mal intencionados por correos electrónicos, mensajes por WhatsApp y todas otras estrategias, buscan de alguna manera acceder a tus datos personales y/o claves para así robar tu identidad, sacándote dinero o datos de alguna manera.
Con la reciente crisis mundial por el COVID-19 estamos inundados de intentos de fraudes a través de mensajes falsos, la mayoría con nombres de bancos, pidiendo información de números de cuentas, claves y correos de contacto, buscando siempre apropiarse de lo ajeno.
Podemos mencionar 7 tipos de fraude en comercio electrónico que son:
1. El fraude clásico
Este tipo de fraude suele cometerlo un ladrón poco sofisticado. Se compran credenciales de crédito en la dark web, y los bienes se envían a su vez a otro mensajero para intentar quedarse con la mercancía robada.
2. Fraude por triangulación
Este tipo de fraude involucra tres partes: el estafador, el comprador legítimo que no tiene idea de nada, el comercio digital.
El estafador crea una tienda virtual falsa y ofrece una gran oferta de bienes a precios muy bajos. La tienda cobra el pago por los bienes vendidos, y entonces el estafador usa otra tarjeta de crédito robada y los nombres que recibió en las órdenes que se hicieron en su tienda virtual falsa para comprar de sitios web legítimos y enviárselos a los clientes que compraron en su nueva tienda en línea.
3. Fraude de intercepción
Los estafadores caerán pedidos en los que la dirección de envío y la dirección de facturación coincidan con la dirección asociada a la tarjeta de crédito. Su objetivo es interceptar el paquete en alguna de estas formas:
• Pidiéndole a un representante de servicio al cliente que cambie la dirección antes de que el producto sea enviado.
• Contactando al servicio de mensajería para cambiar la dirección del paquete a una en la que puedan quedarse con los bienes robados.
• Y en casos en los que el estafador viva cerca de la dirección en la que vive el dueño de la tarjeta, esperar directamente a que el paquete llegue y firmarlo como si fuera el dueño de este o alguien de la familia.
4. Fraude con pruebas a la tarjeta
Esta es la práctica de probar la validez de un número de tarjeta de crédito en un sitio con planes de usar esa misma información en otro sitio web para cometer un fraude. Los estafadores suelen hacerlo en sitios web que muestran diferentes tipos de respuesta a las tarjetas declinadas. Por ejemplo, cuando una tarjeta es declinada por tener la fecha de expiración incorrecta, te da una respuesta diferente, y así saben que lo único que tienen que buscar es la fecha de expiración. Esto suele hacerse con bots, y los intentos de transaccionar son rápidos y en una sucesión rápida. La información en los pedidos será idéntica, por lo general, ya sean todos los datos o un conjunto de datos, como la dirección de envío.
5. Fraude de adquisición de cuenta
Esto pasa cuando los estafadores tienen acceso a información de acceso legítima de los clientes y se aprovechan de tarjetas de crédito guardadas para comprar bienes. Ocurrirá una actualización en la dirección de envío poco después de la compra, para que el estafador pueda hacerse con los bienes robados.
6. Fraude por robo de identidad
En este caso, los estafadores asumen la identidad de otra persona, sacan una tarjeta de crédito a ese nombre y se van de compras. Este tipo de fraudes ha aumentado considerablemente por la cantidad de fugas de información que hay. También es el más difícil de identificar porque los estafadores que lo hacen suelen ser muy sofisticados.
7. Fraude amistoso, también llamado fraude de contra cargos
Un comprador en línea hace una compra y luego mete un contra cargo alegando que la tarjeta fue robada. El contra cargo suele presentarse después de que los bienes ya fueron entregados. Este tipo de fraude suele hacerse por consumidores que saben muy bien lo que están haciendo, y suele ser difícil de detectarse porque los bancos suelen favorecer a sus clientes en el tema del contra cargos.
Algunas recomendaciones para mitigar el riesgo de fraude:
• Ser cautelosos de emails fraudulentos que indican ser expertos de diversos temas.
• No entrar en los links o abrir adjuntos de personas desconocidas o no verificadas.
• Verificar las direcciones de emails de fuentes que dicen poseer información relacionada con el COVID-19 sobre irregularidades.
• Ser cuidadosos de comercios y tiendas online falsos que usan métodos de pago no tradicionales.
• Hacer búsquedas de antecedentes antes de realizar donaciones a cualquier organización.
• Mantener un antivirus actualizado en su computador.
• Estar informado sobre las tendencias en estafas relacionadas con el COVID-19.